Cómo he salvado mi matrimonio y he devuelto la confianza en mí misma. Mi historia sobre mi segunda juventud.
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Buenas tardes. Hace poco me he enfrentado a un problema al que, tarde o temprano, nos enfrentamos todas - el envejecimiento de la piel. Chicas, dejadme que os diga que las arrugas se pueden evitar. Os podéis salvar del envejecimiento de la piel sin tener que recurrir a la cirugía plástica. Yo ya me he dado cuenta de esto a partir de mi propia experiencia. Esta es mi historia.

antes
después

Llevo más de 20 años casada, pero durante los últimos 5 años habíamos estado conviviendo como si fuéramos unos vecinos que nos llevábamos bien. A mi marido no le interesaba nada más que el fútbol. Cada tarde se quedaba pegado a la televisión con una lata de cerveza. Se había dejado crecer un enorme barrigón que ni siquiera cabía en sus pantalones.

Yo, mientras tanto, navegaba por Internet. Me encantaba leer cotilleos sobre las estrellas o los foros de cocina. Podía pasarme horas y horas leyendo. No notábamos el uno al otro y la verdad es que estábamos a gusto.

He de decir que no me cuidaba nada. Me compraba ropa una vez al año como máximo y no es que fuera muy variada - unos jeans y un par de jerseys. Dejé de maquillarme hace unos siete años. Lo único que tenía para la cara era una crema hidratante que había comprado en el mercadillo.

¡Y NADA MÁS! Por supuesto que la piel se había cubierto de arrugas, estaba flácida y su tono no era nada uniforme. Pero no presté atención a esas cosas. Me sentía bien y ni siquiera podía imaginar lo que otra gente pensaba de mí.

La primera llamada de atención tuvo lugar en el trabajo. Oí por casualidad la conversación de mis colegas que criticaban en voz alta mi apariencia y no se cortaban con expresiones como ''¿Habéis visto a quién se parece? Ese jersey estirado, esos pelos de bruja, y qué decir de su cara...'', ''Pues yo pensé que ya estaba jubilada. ¿En serio solo tiene 40 años?''

Recuerdo que ese día me encerré en el cuarto de baño y me pasé unas dos horas llorando. Me miraba en el espejo y no podía entender cómo había llegado hasta ese punto. Por fin me di cuenta de cómo me veía: pelo despeinado, bolsas debajo de los ojos, piel gris y arrugas que cubrían toda mi cara.

Después ocurrió algo que me dejó sin aliento. Un día yendo al trabajo en autobús un estudiante de primaria me dejó su asiento diciendo ''Abuela, siéntase''. Rompí a llorar ahí mismo. Los niños siempre dicen lo que ven y piensan, así que realmente me parecía a una anciana.

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No podía seguir viviendo así. Quería volver a convertirme en una mujer guapa y deseada. Pero estaba en tan mal estado que lo único que me podía ayudar era una cirugía plástica para la que no tenía dinero. Y justamente en esta situación me ayudó una persona de la que menos lo esperaba...

Un día me llamó una antigua amiga mía del colegio. Lleva ya muchos años viviendo en Madrid y la verdad es que no sabíamos nada la una de la otra desde hace mucho tiempo a pesar de que éramos muy buenas amigas. Ella me dijo que tenía pensado venir a mi ciudad a visitar a unos familiares suyos y que querría quedar conmigo. Siendo sincera, no tenía muchas ganas de quedar, pero Lucía insistió, así que la invité a casa.

Cuando le abrí la puerta, me quedé con la boca abierta. Aparentaba más joven que incluso hace 15 años, que fue cuando nos vimos por última vez. Delante de mí veía a una mujer joven y arreglada, e incluso diría que aparentaba tener 25 años como máximo. ¡No había notado ni una sola arruga debajo de su ligero maquillaje! Qué raro porque siempre había criticado la cirugía plástica... Después de hablar con mi amiga me enteré de que se había casado por segunda vez, que su marido era 5 años más joven que ella y que estaban muy felices juntos.

Mi amiga Lucía

Por supuesto que no podía no preguntarle cómo conseguía estar tan guapa, mejor dicho, cuánto costaba hacerse una cirugía plástica. Resultó ser que Lucía nunca se había hecho ninguna cirugía y ni siquiera se había inyectado Botox. Lo único que usaba era una crema rejuvenecedora que daba un efecto impresionante. ¡Inmediatamente pensé que esta crema tenía que costar un ojo de la cara! Alicia vive muy bien y puede permitirse comprar unos productos de cuidado bastante caros. ¿A dónde voy yo con mi sueldo? No siempre tengo suficiente dinero para comprarme las cosas que más necesito. Pero resultó ser que esta crema cuesta incluso más barato que cualquier producto de marca conocida. .

Este producto mágico resultó ser Goji Cream. Como dijo Alicia, solo contiene ingredientes naturales, no causa reacciones alérgicas y efectos secundarios. No me fiaba mucho de la crema pero aún así decidí probarla.

No esperaba ningún resultado, pero por primera vez en mucho tiempo alguien me hizo un cumplido. Y no lo hizo alguien de la calle sino el director de nuestra empresa. Dijo que parecía más joven, más fresca y que realmente le gustaban los cambios en mí.

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Al llegar a casa, corrí hacia el espejo para ver mi cara. Era cierto que mi piel se había hecho más firme, el color había mejorado y, a mi parecer, algunas arrugas habían desaparecido.

Mi inesperado rejuvenecimiento me impulsó a comprar ropa nueva y maquillaje. Me pasé todo el fin de semana yendo de tienda en tienda. En mi armario por fin aparecieron vestidos, faldas, blusas e incluso un pintalabios rojo. Y cuando llegué al trabajo al día siguiente, todos se quedaron con la boca abierta. En lugar de unos jeans rectos me puse mi vestido nuevo, me maquillé y me peiné.

Seguí usando Goji Cream y mi rostro se veía más fresco y joven día tras día. Las arrugas han desaparecido, la piel se ha hecho firme y suave. Por fin mi cara ha adquirido un tono saludable.

Lo gracioso es que incluso mi marido notó cambios en mí. Finalmente se apartó de su televisión y me preguntó si había conocido a alguien, pero yo no le respondí. Le vendrá bien estar celoso unos cuantos días.

¡Después empezó a ocurrir algo increíble! Mi marido dejó de beber cerveza y se apuntó a un gimnasio. Ahora solo ve el fútbol durante los fines de semana, y eso que lo vemos juntos. La verdad es que hemos empezado a pasar más tiempo juntos, a pasear, ir al cine y al café. Hace poco volvimos de un viaje. Por cierto, ¡la última vez que habíamos hecho un viaje fue durante nuestra luna de miel! En fin, que hemos empezado una vida nueva.

Así es cómo un producto no solo ha podido salvar mi juventud y belleza sino también nuestro matrimonio. Queridas mujeres, tenéis que cuidaros y quereros a cualquier edad porque entonces todos los demás os querrán también.

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comentarios:
Carolina Salgado

Su historia se parece al cuento sobre la Cenicienta. No podía contener las lágrimas mientras la leía porque me recuerda a mi vida. Hace medio año mi marido me dejó por una mujer más joven que yo, pero quiero recuperarlo porque tenemos dos niños. Ahora sin duda probaré Goji Cream si de verdad rejuvenece tanto la piel porque la suya es como si fuera sacada de un cuadro - no puedo quitarle los ojos de encima.

Luis Fernández

Qué mujer tan bella es usted y qué pena que no pueda conocerla. Su marido ha tenido mucha suerte.

Carmen Pérez

Yo también conozco la Goji Cream y ya llevo usándola más de un año. El efecto es impresionante. Comparto mi resultado más abajo.

Irene Ruiz

Ya no sabes cómo sorprender a estos hombres. Siempre les falta algo. Estoy segura de que su marido no le dejó por su apariencia sino porque le picaba una cosa en los pantalones. Seguro que ahora estará muy arrepentido de lo que ha hecho.

Víctor Delgado

Digáis lo que digáis las mujeres tienen que cuidarse a cualquier edad para que luego no os dejen vuestros hombres.

Alicia Escobar

Muchas gracias por esta historia. La he leído unas 5 veces y no he podido contener las lágrimas. Es una mujer muy fuerte y estoy muy contenta por usted. Ayer me pedí Goji Cream y ahora estoy esperando el paquete. Espero que el resultado no me decepcione.

Elena Romero

Pues yo llevo usando Goji Cream 2 años. Estoy muy contenta con el resultado, pero creo que a usted le ha hecho mejor efecto, o tal vez sea por el maquillaje.

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